El convenio suscrito por ambas entidades explora desde la apicultura, hasta la gastronomía, pasando por la creación de ‘anillos verdes’
La idea es compartir sinergias, aprovechar experiencias hacia la sostenibilidad y abrir camino a otras entidades locales de Navarra interesadas en mejorar su paisaje, zonas verdes, fomentar la sensibilización ambiental a todos los niveles, incentivar el ocio y el turismo sostenible, además de reducir costes de gestión y mantenimiento y apoyar la inserción sociolaboral. En definitiva: una colaboración interadministrativa para apoyar el llamado “Patrimonio Verde”.
Las nueve iniciativas concretas que se integran en este marco general están en distintos momentos de diseño o implantación. Algunas, como el trabajo en la eficiencia del riego, lleva tiempo en marcha en ambas localidades; otras, como la Jardinería ecológica o el programa Biochef, ya se están experimentando en Pamplona y Noáin, respectivamente. Finalmente algunos de los campos de trabajo propuestos, aún en estudio, recogen iniciativas como el fomento de la Apicultura Urbana o la sensibilización ambiental de los ciudadanos en relación a las zonas verdes urbanas (Jardincultura).
Experiencias que ya se pueden compartir
Pamplona está interesada en el programa Biochef/ Jardines comestibles, que ya ha comenzado a experimentar Noáin. En esencia consiste en involucrar a establecimientos de restauración (bares y restaurantes) en la sostenibilidad a través de zonas verdes “apadrinadas”. En esos espacios urbanos se plantan materias primas que luego se usan en las cocinas, de forma que el cliente puede ver sobre el terreno la despensa que desgustará en la mesa. Los restaurantes patrocinan económicante el mantenimiento de los jardines y obtienen las verduras ecológicas de sus parcelas kilómetro cero. Pamplona comenzará a experimentar en ese sentido el próximo otoño a través de una Feria Gastronómica.
Ambas localidades trabajan ya, desde hace años, en planes de diseño de zonas verdes desde el punto de vista de la jardinería ecológica, así como en mantener sistemas de riego eficiente. Se trata de ir en el sentido de las normativas europeas el enfocar la jardinería urbana (plantas resistentes, eliminación de plagas de forma natural, reducción de labores innecesarias…) así como conseguir un uso del agua con el máximo de eficiencia, trabajando por un sistema de riego centralizado. En este caso ambos ayuntamientos revisarán sus procedimientos y los compartirán, además de hacer un diagnóstico de sus sistemas de riego, que en el caso de Noain tiene 12 años de antigüedad y en el de Pamplona, dos décadas.
Proyectos en ejecución
Pamplona invertirá en este 2016, tras la modificación presupuestaria aprobada esta semana, 20.000 euros en echar a andar el Proyecto Edén, una idea que comenzará con la creación de un humedal en Beloso. Este proyecto hace hincapié en el paisaje periurbano en la configuración de los llamados ‘cinturones verdes’ de las ciudades. Noáin, con quién Pamplona comparte Parque Fluvial, está haciendo sus estudios, pero en este caso la experiencia la aporta el Ayuntamiento de Pamplona con la intervención en las parcelas públicas forestales (monte Ezkaba) donde se está trabajando por la recuperación del bosque autóctono o el pinar de Mendillorri (al que en la modificación presupuestaria para este año se le asignas 54.500 euros).
Asimismo, el compromiso que supone Plan Municipal de Cambio Climático, ya aprobado en Noáin, en Pamplona se está realizando a través de diversas iniciativas, como la firma del llamado ‘Pacto de alcaldes’ para la reducción de emisiones contaminantes para 2020, las mediciones de indicadores ambientales de la Agenda 21 local o el trabajo de sensibilización ciudadana que realiza el Museo de Educación Ambiental. En ambos casos se trata de diagnosticar carencias e implantar medidas de mejora en eficiencia energética, renovables, educación y sensibilización y en ‘sumideros de carbono’ (fomento del arbolado urbano como depósito natural de CO2).
Además, ambos municipios trabajarán por integrar y facilitar los trabajos de los colegios escolares en la generación de huertos y jardines escolares y el fomento de la educación escolar en torno al cuidado de las zonas verde y la horticultura.
Otras ideas de futuro
En la sinergia entre ambos ayuntamientos, las entidades locales están dispuestas a explorar futuros proyectos, como el fomento de la protección y mejora de las poblaciones de abejas mediante ‘apicultura urbana’ como ya se hace en azoteas de edificios públicos y privados en ciudades con Paría o Nueva York. En los últimos tiempos se detecta que esta especie, básica para la biodiversidad, se está refugiando en las ciudades para evitar las agresiones de tóxicos fitosanitarios.
Con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y la UPNA se trabaja en la posibilidad de implantar el ‘avicompostaje’, que vincula la conversión de residuos domésticos y compost y la cría de gallinas. Finalmente ambas localidades suscriben, en este texto, un compromiso de hacer activamente ‘Jardincultura’, una estrategia para poner en valor las zonas verdes y el arbolado urbano para el conjunto de la ciudadanía, realizando labores de sensibilización mediante programas y actividades de perfiles diversos.