El alcalde de Pamplona ha felicitado esta mañana a Sagrario Petri Sánchez, que hoy cumple 100 años

Sagrario Petri, que quedó viuda con una hija de un año, nació en Larrasaoña pero ha vivido desde la infancia en la calle Mercaderes

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha visitado esta mañana a Sagrario Petri Sánchez en el día en el que cumple 100 años. Sagrario Petri nació en Larrasoaña el 4 de diciembre de 1914 pero poco después la familia se trasladó a Pamplona, a la calle Mercaderes número 33, donde todavía reside. Como regalo, el alcalde le ha entregado un ramo de flores, el libro ‘Pamplona el siglo XX en imágenes’, un alfiler con el escudo de Pamplona y un pañuelo rojo de San Fermín bordado también con el emblema de la ciudad. Además, Enrique Maya le ha invitado a la recepción que todos los años celebra el Ayuntamiento con los centenarios de la ciudad en la Casa Consistorial el Día de las Personas Mayores durante las fiestas de San Fermín. Con posterioridad a la visita, la homenajeada y su familia han acudido a una misa a la Catedral y a comer a la Sociedad Pociko de San Cérnin de la que su yerno, Octavio Borruel, fue uno de los socios fundadores.

Sagrario Petri Sánchez se casó en 1940 con Samuel Álvarez de Eulate, de Nazar, y en 1942 tuvieron una hija: María de la Soledad, que nació el 3 de abril de 1942, día de viernes Santo. Se quedó viuda muy pronto ya que Samuel falleció en noviembre de 1943 por una pulmonía contraída tras un catarro que cogió cazando. Para sacar adelante a su hija trabajo duramente tanto atendiendo huéspedes en casa como en la peluquería que regentó o repartiendo el ‘Diario de Navarra’. Su hija Marisol se casó en 1966 con Octavio Borruel Olano y tuvieron cinco hijos: Octavio Arturo, que murió a los dos meses de nacer, Marta, Itziar, Eva y Javier.

Interesada por la actualidad, amante de los Sanfermines y devota de San José

Sagrario siempre ha vivido en la calle Mercaderes con su hija y sus nietos, quienes señalan que ha sido la que se ha ocupado de cocinar. Además de la cocina navarra más tradicional, su otra gran afición ha sido la costura. Sus familiares la describen como una persona muy alegre y muy interesada por la actualidad navarra. Todavía hoy lee diariamente la prensa con una gran lupa que le regalaron sus nietos. En los últimos años la familia ha aumentado y cuenta ya con seis biznietos que le visitan regularmente: Ana, María, Jon, Asier, Yara y Erik.

Siempre le han gustado mucho las fiestas de San Fermín y en sus cien años no ha faltado nunca de Pamplona en esas fechas. Además, es aficionada al fútbol (durante muchos años fue socia de Osasuna) y es muy devota de San José, a quien le ha llevado velas a su capilla en la Catedral en numerosas ocasiones. También le han gustado mucho los toros y solía acudir a la plaza en San Fermín. Siempre que puede a Sagrario le encanta volver a Larrasoaña, en donde pasa los veranos y los fines de semana.